La mujer prostituida y contagiada de sida por su ex recibe el indulto tras matarle: «Lucharé por mi hijo»

El propio tribunal que la condenó instó a que se le conmutara la pena. Tres años después recobra su libertad

17 diciembre 2018 |

Gloria Chochi empieza a ver la luz. Esta guineana de 32 años ha pasado los últimos tres en la cárcel de mujeres de Alcalá Meco en Madrid, y luego en el centro de inserción social Victoria Kent de la capital, en régimen penitenciario. Hace una semana obtuvo el tercer grado y ayer, por primera vez, pisó de nuevo la calle después de la tormentosa tarde del 20 de septiembre de 2015, en que mató a su expareja, William R., de nacionalidad nigeriana y 46 años, clavándole un cuchillo de cocina. El pasado mes de enero, cuando la Audiencia Provincial de Madrid la condenó, propuso al Gobierno que le concediera el indulto parcial cuando la sentencia fuera firme, en base a la «defensa legítima» que ella había interpretado en un estado de ofuscación y miedo imparable.

William la había inducido al alcoholismo y maltratado de forma continuada desde 2012, cuando iniciaron su relación; la obligaba a prostituirse, le robaba el dinero que ganaba y... le había contagiado el sida. Ella lo descubrió en una revisión ginecológica, cuando su entonces pareja la dejó embarazada. Tuvieron un hijo y William incluyó al retoño en sus amenazas de muerte.

En Fuenlabrada
En 2015, Gloria se había ya separado de William, pero él le hacía la vida imposible. Con la misma intensidad que durante su relación. El hombre se presentaba en su casa, la amenazaba, la agredía, cuentan Gloria y su letrado; dan fe en el vecindario del bajo de la calle Callao de Fuenlabrada, donde Gloria residía. El mundo de negritud en el que William la introdujo y el puñado de denuncias que la joven interpuso contra él por violencia de género conllevó la pérdida de la custodia del pequeño. El niño está tutelado por los servicios sociales de la Comunidad de Madrid y, por el momento, ahí permanecerá.

El día de los hechos, ese 20 de septiembre, él se presentó varias veces en el domicilio. Intentó forzar la entrada y rompió la malla metálica que Gloria y su hermana habían colocado en las ventanas para protegerse. Según recoge la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, esta joven salió a la escalera en busca de ayuda. En pleno griterío, con él, alcoholizado y profiriendo graves amenazas a pleno pulmón, el presidente de la comunidad de vecinos la animó a llamar a la policía. Telefonéo «con el poco saldo de móvil que tenía». Ella no presentó denuncia y, una hora después, el hombre se presentó de nuevo asegurando que nunca más vería a su hijo. Trató de quemar una cortina y entrar de forma violenta en la casa. Gloria temió por su vida y la de sus seres queridos. Salió de la casa y le clavó un cuchillo. Lo mató.

La Audiencia de Madrid escuchó al psiquiatra forense declarar cuando mantuvo que «Gloria sufría un miedo imparable» que la ofuscó hasta el límite y no la condenó por asesinato. Le impuso seis años por homicidio, pero fueron el propio tribunal del jurado y el Ministerio Fiscal los que reclamaron la conmutación de la pena de cárcel de seis a cuatro años. Así lo plasmó también el BOE del pasado 10 de diciembre en su publicación, «a condición de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de cuatro años desde la publicación del real decreto».

La familia de Gloria buscó al abogado Claudio Patricio Lobos. Querían que representase a la joven tras el crimen. Lobos conoce la noticia del indulto parcial otorgado a su cliente que lleva la firma de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, por el Boletín Oficial del Estado (BOE). Unos días después, se reafirma en la intranet de los letrados. Se felicita por la victoria judicial y reproduce con fidelidad el caso.

«Tengo títulos»
-«¿Cómo estás, feliz?»

-«Estoy luchando. Luchando con la vida» son las primeras palabras que pronuncia en el piso donde contesta a ABC. «Tengo muchos títulos: el de cajera, geriatra, cursos de cocina, panadería y repostería, y lo que necesito es un trabajo para poder recuperar a mi hijo. No quiero volver a la cárcel», confesaba ayer tras recobrar ese pedacito de libertad. Su abogado reivindica que, en efecto, Gloria ha exprimido su estancia en prisión y «ha estudiado mucho». «A los tres años le concedieron permisos por su buen comportamiento», ofrece.

Respecto al indulto, ella, simplemente, lo agradece. «Hay un equipo excelente que me ha ayudado. En Cruz Roja, el centro Victoria Kent...». Le entran las prisas. «Quiero comer algo. He quedado con mi madre en la Puerta del Sol». Lo dice como pidiendo permiso. Por disponer de una nueva oportunidad. Todavía no se lo cree del todo.

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