Embarazos en adolescentes: una encrucijada de años sin solución

El año pasado ingresaron a control prenatal en instalaciones de salud 5 mil 72 jóvenes más —de entre 10 y 19 años— que en 2019, cuando se captaron 4 mil 652.

07 octubre 2021 |

Los embarazos en adolescentes en el rango de 10 a 19 años son una realidad abrumadora en el país, que requiere acciones concretas.

La situación volvió a quedar en evidencia en el foro Sector Salud Responde a la Niñez y Adolescencia, realizado por el Ministerio de Salud (Minsa), la Caja de Seguro Social (CSS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés).

En el evento, la primera dama de la República, Yazmín Colón de Cortizo, abogó por la educación sexual y reproductiva en los adolescentes y el uso del método anticonceptivo en mujeres que ya han procreado y no quieren tener más hijos.

Colón de Cortizo expresó que como país “tenemos que hacer algo no solo por los adolescentes sino también por nuestras mujeres. Cuando realizo giras de trabajo en áreas vulnerables me encuentro con mujeres jóvenes que me dicen que tienen de 5 a 9 hijos. Estamos sumiendo a las mujeres, familias y esas criaturas en un círculo de pobreza que es relativamente imposible romper, por lo que hay que trabajar al respecto”.

La situación descrita por la primera dama es conocida por la sociedad panameña y las cifras respaldan esa realidad que vive la población adolescente.

En Panamá, en el rango de edad de 10 a 19 años hay una tasa de fecundidad de 35.5 nacimientos vivos por 1,000 mujeres. Sin embargo, el número es mayor en el rango de 15 a 19 años, en el que la tasa es 67.2 nacimientos vivos por 1,000 mujeres (ver gráfica).

Así se desprende del más reciente informe oficial del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa, de 2019, que evidencia que este escenario es más alentador que el que se vivía en 2015 cuando se tenía una tasa de 43 nacimientos vivos por 1,000 mujeres en el rango de 10 a 19 años, y de 84 nacimientos vivos por 1,000 mujeres en el rango de 15 a 19.

Los datos también precisan que en 2019 hubo un descenso a 11 mil 809 nacimientos vivos entre jóvenes de 15 a 19 años, comparado con 2015, cuando se reportaron 14 mil 631 nacimientos vivos en este grupo de la población.

Las tasas dadas a conocer por el Minsa se basan en las cifras oficiales disponibles del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República; están en espera de la tabulación de la información de 2020 para elaborar la data más actualizada.

Sin embargo, la proyección preliminar de las autoridades sanitarias es que la tasa de fecundidad continúe a la baja, pues la tasa general de nacimientos vivos para el año pasado se estima alrededor de 53.4 por 1,000 mujeres de 10 a 49 años.

Control prenatal

Los datos del Minsa también muestran que el año pasado ingresaron a control prenatal —en instalaciones de su dependencia— un total de 9 mil 724 jóvenes de entre 10 y 19 años. Son 5 mil 72 jóvenes más que las que ingresaron a control en 2019, cuando hubo 4 mil 652. Estas estadísticas no incluyen la población que recibió atención en la Caja de Seguro Social ni en clínicas privadas.

Las regiones de Panamá (3 mil 795), Chiriquí (mil 254) y la comarca Ngäbe Buglé (mil 474) son las que más embarazos reportaron en 2020.

La jefa nacional del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa, Geneva González, dijo que la tasa de fecundidad en adolescentes en 2015 era alta, pero ha disminuido de forma lenta y gradual.

Subrayó que trabajan en el diseño de políticas públicas en la atención de adolescentes embarazadas, con la finalidad de hacerlas funcionales en todo el país, lo cual incluye las comarcas y áreas de difícil acceso.

Además, manifestó que buscan involucrar a los adolescentes varones en las políticas públicas, porque según encuestas realizadas muchos de ellos, en ocasiones, no participan o se retiran de la planificación de un embarazo no deseado.

El arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa —quien participó del foro—, remarcó que la comunidad de fe “estamos y estaremos siempre a la disponibilidad para acompañar toda acción que garantice el buen desarrollo de esta población y que pueda vivir la experiencia de gozar una infancia y adolescencia acorde a su edad”.

Luego, cuando la primera dama lanzó el reto de abordar el tema de la educación sexual en el país reaccionó. Alegó que la Iglesia católica nunca se ha opuesto a la educación sexual, y creen que es necesario, que otro tema es cuando esa educación sexual no se adecua a los años. Otro problema, indicó, es cuando de afuera quieren romper con algo nuestro e introducir ideologías.

Una deuda

Desde 2008, suman tres las polémicas desatadas en el país en torno a la educación sexual integral, a partir de la presentación ante la Asamblea Nacional de distintos proyectos de ley que buscaban, precisamente, adoptar políticas públicas inherentes al tema.

En 2008, llegó a la Asamblea el primer proyecto propuesto por el Minsa, pero fue rechazado porque grupos religiosos y de la sociedad alegaron que incitaba a la juventud al libertinaje. Tres años después, en 2011, la diputada del partido Cambio Democrático Marylín Vallarino interpuso una nueva iniciativa, pero tampoco avanzó.

Luego, en agosto de 2014, llegó una nueva propuesta de manos del diputado del Partido Democrático Revolucionario Crispiano Adames, y corrió con la misma suerte. Incluso, hubo una gran marcha contra el proyecto legislativo en julio de 2016.

La última iniciativa sobre el tema es el proyecto de ley 657, que se encuentra en la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional.

El proyecto legislativo fue presentado el pasado 4 de agosto por los diputados independientes Gabriel Silva y Juan Diego Vásquez, con el objetivo de establecer el Programa de Educación para la prevención de embarazos en menores de edad, Infecciones de transmisión sexual y Delitos sexuales.

De hecho, los miembros de la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia se encuentran analizando el tema con diversos actores de la sociedad para realizar un resumen, complementar y ajustar la iniciativa.

El pasado 4 de octubre se dio una reunión para abordar el tema en la que participaron representantes de la Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia (Aplafa), de la fundación Pro Bienestar y Dignidad de las Personas Afectadas por el VIH/sida (Probidsida), AID FOR AIDS, entre otros.

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