Cuando la culpa de tu mal aliento es el cáseum: esas bolitas blancas de la garganta

Existen varios posibles motivos por los que podemos padecer mal aliento: desde los malos hábitos de limpieza dental, pasando por el consumo de tabaco, infecciones, problemas nasales, hasta incluso el consumo de algunos medicamentos o alimentos concretos

23 noviembre 2018 |

Existen varios posibles motivos por los que podemos padecer mal aliento: desde los malos hábitos de limpieza dental, pasando por el consumo de tabaco, infecciones, problemas nasales, hasta incluso el consumo de algunos medicamentos o alimentos concretos. Sin embargo, en otros casos, las culpables son unas extrañas bolitas blancas que nos aparecen en la garganta.

Estas bolitas se conocen como cáseum, o tonsilolitos, y son las culpables de alrededor de la cuarta parte de los casos de halitosis existente. Uno de los mayores problemas que estas bolitas representan es que muchas de las personas que las padecen no lo saben. Por ello, es importante saber qué son, por qué surgen, cómo reconocerlas y cómo tratarlas.

Qué es el cáseum

Es posible que alguna vez hayas estornudado o tosido y hayas notado en la boca una bolita blanda que, al sacarlas desprendían un olor desagradables. Esas bolitas son el cáseum. Se tratan de bolitas que se forman por medio de la degradación de fragmentos de epitelio exfoliado de nuestras amígdalas, la descomposición de algunos alimentos, restos de queratina, moco y la acción de algunas bacterias.

Estas bolitas pueden quedarse pegadas a las amigdalas sin que, en la mayoría de los casos, lo sepamos y ser las causantes del mal aliento debido a su olor. El problema es que, al no verlas, muchas personas no son conscientes de que están ahí ni de su mal aliento. En otros casos, el cáseum puede llegar a alcanzar un tamaño importante, causando dolor y molestias en la garganta.

Por qué surgen
Existen una serie de motivos por los que algunas personas pueden generar más cáseum que otras:

Malos hábitos de higiene dental: no solo hay que limpiarse bien los dientes, sino que debemos asegurarnos de limpiar bien la lengua y enjuagarnos correctamente. Especialmente si tenemos tendencia a sufrir cáseum.

Hiperactividad en las glándulas salivares

Secreción de mucosidad: las personas que secretan altas cantidades de mucosidad pueden tener más riesgo de padecer cáseum.

Fumar sin filtro

Antecedentes de amigdalitis o amígdalas grandes

Problemas crónicos de sinusitis

Cómo se trata el cáseum

En ocasiones este tipo de bolitas se sueltan ellas solas de las amígdalas al toser o estornudad o durante la noche. En los casos en los que se requiera de ayuda, existen tratamientos más básicos y poco invasivos, como pueden ser los enjuagues bucales, y otros más invasivos.

En el caso de los tratamientos poco invasivos, podemos utilizar colutorios especiales o hacer gárgaras con agua salada. En caso de que no salgan así es recomendable que acudamos al médico para que nos ayude a retirarlos con un bastoncillo o con una punta roma. Si hay infección, pueden recetarnos antibióticos - como siempre, recordar que esta valoración tiene que hacerla un médico y no podemos consumir antibiótico en ningún caso sin receta médica -.

De ser necesario, los médicos pueden aconsejarnos hacer uso de tratamientos más invasivos. En estos casos, es posible que se escoja eliminar las amígdalas por completo con cirugía. En ocasiones no es necesario hacer la extirpación completa y pueden eliminar tan solo las capas superficiales y las criptas donde se acumulan los cáseum. Se trata de una intervención rápida e indolora que no requiere hospitalización.

Para prevenir la aparición de estas bolitas es recomendable utilizar colutorios o agua salada para hacer gárgaras, dejar de fumar y beber mucha agua de manera que nos mantengamos bien hidratados.

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