Las mujeres dominan la feria Bienal de Venecia

El resultado es una Bienal que apunta los reflectores hacia artistas a los que desde hace mucho tiempo se ha pasado por alto a pesar de sus carreras prolíficas, a la vez que indaga en temas como las normas de género, el colonialismo y el cambio climático.

24 abril 2022 |

La estadounidense Leigh es una de las mujeres que recibe un reconocimiento tardío en esta Bienal. Es la artista principal del pabellón estadounidense y le da el tono a la exhibición central con la figura gigantesca de una mujer negra.

Por primera vez en sus 127 años de historia, la Bienal de Venecia, la feria de arte contemporáneo más antigua y prestigiosa del mundo, tiene una mayoría de artistas mujeres y otros artistas no conformes con su género, bajo la dirección de Cecilia Alemani.

El resultado es una Bienal que apunta los reflectores hacia artistas a los que desde hace mucho tiempo se ha pasado por alto a pesar de sus carreras prolíficas, a la vez que indaga en temas como las normas de género, el colonialismo y el cambio climático.

La exhibición principal de Alemani, titulada “La leche de los sueños”, y los 80 pabellones nacionales abrieron el sábado después de un año de demora debido a la pandemia. La feria continúa hasta el 27 de noviembre y es apenas la cuarta de sus 59 ediciones que ha sido curada por una mujer.

Los premios León de Oro anunciados el sábado fueron el de mejor pabellón nacional —para Gran Bretaña y la artista Sonia Bryce— y mejor participante en la exhibición principal: para la escultora estadounidense Simone Leigh.

El predominio de mujeres entre los más de 200 artistas escogidos para la exhibición principal “no fue una elección, sino un proceso”, afirmó Alemani, una curadora italiana residente en Nueva York.

“Creo que algunos de los mejores artistas en la actualidad son mujeres”, agregó a The Associated Press. “Pero no olvidemos que en la larga historia de la Bienal de Venecia la preponderancia de artistas hombres en las ediciones anteriores ha sido asombrosa”.

“Desafortunadamente, todavía no hemos resuelto muchos de los asuntos relativos al género”, añadió Alemani.

Concebida durante la pandemia de coronavirus e inaugurada en momentos en que se libra una guerra en Europa, Alemani reconoció que el arte en tiempos como estos puede parecer “superficial”, pero sostuvo que el papel de la Bienal a lo largo de las décadas ha sido “una suerte de sismógrafo de la historia... que absorbe y registra los traumas y las crisis que trascienden de lejos el mundo del arte contemporáneo”.

Recuerdo potente de ello es que el pabellón ruso permanece cerrado debido al retiro de los artistas tras la invasión rusa de Ucrania. Los curadores del Pabellón de Ucrania han apilado sacos de arena en el centro de los Giardini rodeados por carteles estilizados de obras de los artistas ucranianos que representan los horrores de la guerra iniciada hace dos meses.

La estadounidense Leigh es una de las mujeres que recibe un reconocimiento tardío en esta Bienal. Es la artista principal del pabellón estadounidense y le da el tono a la exhibición central con la figura gigantesca de una mujer negra comisionada por Alemani para el parque urbano High Line en Nueva York.

Fusun Onur, una pionera del arte conceptual en Turquía, de 85 años, ha llenado el pabellón turco de gatos y ratones de alambre sobre tableros en los que enfrentan amenazas como la pandemia y el cambio climático. Orgullosa de representar a Turquía y de su obra realizada durante la pandemia en su hogar, con vista al Bósforo, reconoció que el honor fue tardío.

“No sé por qué”, declaró Fusun por teléfono desde Estambul. “Las mujeres artistas son muy trabajadoras, pero no siempre se les reconoce. Primero los hombres, siempre”.

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