Esgrimista panameña Ana Melissa Jaén Santos retoma entrenamientos

“Me siento muy feliz de haber vuelto a las pistas y poder darlo todo. Todo lo que aprendí durante la cuarentena lo desempeñaré y hare un gran esfuerzo para seguir dando buenos resultados”.

02 octubre 2020 |

Con este ánimo Ana Melissa Jaén Santos regresó a las prácticas de su pasión: el esgrima, luego de meses en cuarentena obligatoria por la pandemia de Covid-19.

La atleta de 19 años aspira a seguir avanzando en este deporte, aunque resintió que Panamá haya abandonado la organización  de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2022, debido a la pandemia.

“Esta hubiera sido la oportunidad de representar a mi país sin tener que incurrir a mi familia en gastos de viajes. A parte de que se nos trunca a los atletas panameños de tener mejores instalaciones deportivas dignas, con lo mínimo requerido para entrenar como profesionales. Solo nos queda seguir preparándonos y esperar quien será la sede y ahorrar para participar de la cita.  Me veía participando de los JCC 2022, era una de mis aspiraciones.   Esto conllevaba seguir bien posicionada en el ranking nacional”.

De igual forma, sus sueños olímpicos continúan intactos: “Sobre participar de Tokio 2021, actualmente no tuve la oportunidad ir a  las competencias clasificatorias, pero sí estamos en busca de participar en las siguientes competencia preparadoras para París 2024”.

“Tengo planificado mantener mis Rankings Nacionales como No. 1.  Actualmente participo de la categoría Juvenil y Mayor, ocupando el ranking nacional No.1 en ambas categorías”.  

La sablista, parte del Club de esgrima Soldados de Panamá Oeste, considera que “actualmente, el deporte de la esgrima está en un momento de expansión, esto es gracias a las diversas participaciones internacionales de muchos esgrimista, también aquí en Panamá se está promoviendo más la práctica e interés del mismo. Si más panameños conociéramos esta disciplina, la esgrima tendría un éxito rotundo, como en las grandes potencias del mundo”.

Añadió que “es un deporte que mantiene su elegancia en cuanto a vestimenta y armas, pero a la vez está lleno de adrenalina y euforia;  lo podemos ver en cada combate en que los adversarios tratan de conseguir su tocado. Es un momento mágico sentir que llegas a tu objetivo y cada toque es único y diferente”. 

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