Su padre fue un futbolista argentino que brilló en la Primera División mexicana, pero la tenista de 15 años prefirió las raquetas antes que los balones y busca ser la número uno del mundo
20 septiembre 2020 |
A veces las derrotas son una revelación, como la que tuvo la joven Gala Arangio. Hace unos años, la tenista perdió en un torneo en Mérida, Yucatán, que la ahogó en un mar de llanto como el de la Ciudad Blanca.
Con la sal corriendo por sus mejillas le dijo a sus padres con decisión: “Yo me quiero dedicar a esto, yo quiero ser la número 1 en el mundo del tenis”. Desde entonces, la mexico-argentina se dedica al deporte de las raquetas.
Su destino pudo ser diferente. Su padre, Germán, fue un distinguido futbolista que brilló en el Toros Neza de la Primera División en México y ahora es el técnico de la franquicia en la Liga de Balompié Mexicano (LBM). En cambio, su madre, Sol, es una apasionada por las artes, quien estudió ballet clásico y canto.
Sin embargo, la joven de ahora 15 años decidió dedicarse al deporte blanco. “El fútbol, obviamente por mi papá, me encanta verlo, pero en el tenis siento una conexión, es mi pasión”, dijo decidida y con la voz de una niña todavía en entrevista con Infobae México.
Todo empezó con una raqueta
Durante una mudanza, su mamá le regaló una raqueta a Gala y empezó a jugar en una cancha de padel (parecido al tenis, pero con palas). “La verdad es que fue casualidad. Me encantó tanto que ahora siempre quiero estar en la cancha y la cancha es como mi casa”, contó con entusiasmo.
Su vida cambió en varios aspectos tras su decisión de ser deportista profesional, incluido el ámbito escolar. Aunque en estos tiempos de pandemia son comunes las clases en línea, Arangio entró desde antes en este sistema para compaginar sus estudios con los entrenamientos y viajes a competencias.
Ella estudia en la Enlightium Academy, una escuela cristiana privada de los Estados Unidos. En la página de la academia señala que está acreditada por la organización no gubernamental Cognia y la Asociación de Escuelas Cristianas Internacionales (ACSI, por sus siglas en inglés).
“Yo me sé tres idiomas, español, inglés e italiano y estoy aprendiendo el cuarto que es francés. La verdad es que me encantan los idiomas y me encanta aprender, soy una niña muy estudiosa y el colegio lo tomo muy, muy en serio”, comentó la joven, quien agregó que también quiere estudiar para ser directora de cine.
Luego de su tiempo de estudio, Gala pasa a las canchas bajo el entrenamiento de su madre durante seis horas. Por la emergencia sanitaria de COVID-19, la adolescente continúa su preparación en un hotel de Cancún, donde se juegan torneos juveniles de tenis.
“Nosotras siempre fuimos un equipo muy unido, imparable y coincidimos en muchas cosas. Cuando no, nos desafiamos mutuamente para lograr lo mejor que se pueda. Por eso elegí entrenar con mi mamá”, indicó.