06 febrero 2020
Si es importante hablar de que si no se tomamos las medidas adecuadas para el 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en los vertederos, calles y principalmente en nuestros mares.
Las cualidades de este material, barato, ligero y fácil de producir han llevado a que su producción alcance cantidades de las cuales seremos incapaces de hacer frente si seguimos así; ya que solo una pequeña porción de los plásticos que desechamos se reciclan.
Lo más preocupante, es que un nuevo informe de ONU Medio Ambiente revelo que, de seguir las cosas como están, la producción de plástico no solo crecerá, sino que se duplicará en las próximas décadas.
El planeta entero necesita urgentemente repensar y reeducar la manera en cómo se produce, se usa, se maneja y se descarta el plástico.
Si bien lo primero es que las industrias por voluntad propia modifiquen sus prácticas de producción a maneras más sostenibles con el ambiente a nivel empresarial.
Trabajando en términos de reciclaje, responsabilidad social, re diseño, términos y ciclo de vida de los productos.
Y que por otro lado las autoridades pertinentes a nivel de gobierno incluyan y/o modifiquen las leyes para proteger al medio ambiente, dando la dirección, la orientación y las políticas necesarias para ayudar.
Lo real es que la mayor fuerza está a nivel personal, la tenemos la sociedad civil, nosotros los consumidores. Ya que como clientes podemos utilizar el poder de compra para exigir mejores prácticas relacionadas al uso del plástico.
Podemos influir en el mercado rechazando el plástico de un solo uso sino es necesario. Por ejemplo: bolsas de tela para hacer el súper, compras de nuestras frutas y verduras sin empaques, cepillos de bambú para nuestros dientes que usamos diario, botellas de metal para tomar agua, pajillas de acero inoxidable para tomar batidos, sodas y jugos; y lo más importante reciclar.
Nosotros no podemos seguir siendo solo actores del problema, debemos empezar hacer los conductores de cambios en nuestros comportamientos.
En Bali, por ejemplo, 2 adolescentes llevaron a cabo una campaña de 4 años para persuadir a las autoridades de prohibir las bolsas de plástico. El gobierno finalmente se comprometió con su eliminación progresiva en 2018. Del mismo modo, en Nueva Zelanda, estudiantes de una escuela llamaron al gobierno a poner un impuesto a las bolsas plásticas en los supermercados y recibieron el apoyo público de alcaldes de todo el país.
En nuestro país ya iniciamos completamente con la prohibición de bolsas de plástico de polietileno a nivel nacional en todos los comercios, y vamos camino a la prohibición del plástico de un solo uso.
Pero como inicie mi nota la idea no es llegar a los extremos para entonces actuar, debemos progresivamente cambiar nuestros hábitos diarios que nos ayuden a nosotros, nuestros bolsillos y el ambiente.
Profesional de Ambiente transformando la forma de ver nuestro Medio Ambiente, a través de técnicas de Capacitación, Asesoramiento y Comunicación Asertiva. Ambientalista por convicción y escritora de pasión.
Busco desarrollarme en el ámbito profesional así como personal, además de la total disposición al aprendizaje de nuevas áreas o referentes a mi campo laboral. Aportar ideas creativas a problemas actuales, entregando resultados positivos y satisfactorios.
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