La situación que se vive actualmente a nivel mundial producto de la pandemia COVID-19 está lejos de ser denominada “simple”, algunas cosas que nos ha traído esta cuarentena probablemente lo sean, simples y también ventajas colaterales producto de la medida de prevención implementada por el estado panameño.
Como ciudadana panameña, psicóloga en formación y defensora de derechos humanos, es mi mayor anhelo que salgamos adelante en esta situación.
Los seres humanos como cualquier otro animal contamos con una parte primitiva en nuestro cerebro o lo conocido como cerebro triuno, que guarda los instintos más básicos destinados a la supervivencia; pero nuestra característica como seremos humanos es nuestra capacidad de raciocinio; esta capacidad regulada por la corteza prefrontal y funciones ejecutivas es lo que nos hace supuestamente avanzados y de alguna manera filtra nuestro comportamiento para que el mismo sea más adaptativo.
Recientemente tuve la oportunidad de participar de un conversatorio sobre el acoso sexual en Panamá en el marco del estreno de la película El Escándalo que narra la historia de la estrepitosa caída de un poderoso ejecutivo de la cadena Fox News acusado de acosar sexualmente a varias de las colaboradoras de la reconocida cadena televisiva.
Esta primera columna del año 2020 va plegada con buenos deseos para todos y todas; usualmente vemos la llegada de un nuevo año como una nueva oportunidad, un momento de renovación y de reevaluación de lo que queremos y hacia dónde vamos. Dietas, nuevos trabajos, metas sentimentales son tan solo unas de las tantas metas que nos planteamos con cada año nuevo pero que de alguna manera parecemos dejar de lado en el camino.
El poder que otorga un cargo a una persona puede llegar a convertirse en ese vehículo para engrandecer el ego de quien lo ostenta y de esa misma manera tiende a sacar a relucir acciones y actitudes que de otro modo probablemente jamás hubiésemos visto
En una reciente visita académica al Instituto de Salud Mental, tuve la oportunidad de visitar el Centro Especializado en Tratamiento de Adicciones (CETA) en donde se trata a pacientes con algún tipo de adicción no sólo a sustancias como drogas y alcohol sino también dependencia a conductas tales como ludopatía (juegos de azar), sexo y compras; y es que la adicción es una enfermedad con características muy particulares indistintamente de la sustancia o conducta a la que se sea adicto.
Esta semana celebramos a nuestros adultos mayores a través del Día Internacional de las Personas de Edad declarado por las Naciones Unidas el 1 de octubre de cada año, sin embargo, es un día que pasa desapercibido toda vez que vivimos en una sociedad que carece de respeto y aprecio por la población adulta mayor; población que, fuera de ser vulnerable dentro de unos años también pasará a ser mayoría en nuestro país.
En días pasados se llevó a cabo el evento “Tertulia Científica sobre el Adulto Mayor” organizado por el INDICASAT, tocando diversos temas relacionados con la salud del adulto mayor así como también los avances que hay en el campo investigativo que lleva adelante la Dra. Gabrielle Britton en conjunto con el Panamá Aging Research Initiative (PARI) dedicado a estudiar el deterioro cognitivo en esta población.
Ser padre o madre no es tarea fácil, pero se constituye en el vínculo más fuerte, no obstante, como toda regla existen excepciones; durante la semana he escuchado algunas historias de hijos que deciden salir del clóset y cuyos padres, lejos de mostrar apoyo, son los primeros en estigmatizarlos, discriminarlos e incluso maltratarlos.
Estudiante de Psicología, miembro del Grupo Iniciativa por la Paridad. Amante del cine, del café, un buen libro y largas y nutritivas conversaciones. Apoyo las causas en favor de la mujer y la erradicación de los estigmas en materia de Salud Mental. Creo en el progreso a través de la educación y la cultura.