23 agosto 2020
Pero, ¿para cuantas personas es realmente seguro “quedarse en casa”? Es seguro para no contagiarse del virus, ¿pero es igual de seguro para no pasar hambre, o para no sumirse en la depresión al ver cómo aquél negocio o empresa levantada con tanto esfuerzo se derrumba debido a la terrible situación que vivimos hoy día?
Son cuestionamientos que no puedo evitar hacerme por todo lo que veo diariamente en mi trabajo, en las noticias, en redes sociales. Más allá del debate acerca de que si la cuarentena es necesaria o si ha sido efectiva lo innegable sigue siendo la cantidad de panameños y panameñas que se van a dormir con hambre porque la crisis ha agudizado la desigualdad ya instalada en nuestra sociedad. Aquellas personas que dependen del día a día, que tienen empresas paradas completamente sin certeza de reapertura; veo en ocasiones busitos colegiales que ahora funcionan como carritos de verdura en las barriadas para llevar un sustento a sus hogares, personas que me han escrito si me pueden enviar sus hojas de vidas en caso de que exista alguna oportunidad laboral; no voy negar la sensación de impotencia que me invade ya que me gustaría poder hacer más, o siquiera brindar respuesta a los casos que veo a diario.
A pesar de la cuarentena, cada día que salgo a laborar hay un mar de personas en la calle y de seguro muchos de ustedes no podrán evitar preguntarse ¿Qué hace tanta gente afuera? “Deberían quedarse en su casa”. Pero, ¿cómo quedarse en casa cuando la alacena está vacía y las pailas están volteadas? Eso sin mencionar el menoscabo en la salud mental de quienes no tendrán un medio de sustento o ingreso luego de la cuarentena por la inminente reducción de personal en algunas empresas o el cierre de las mismas. La próxima vez que quiera juzgar o cuestionar a las personas que estén en la calle piense en su nevera, pero vacía y luego dar gracias por no estar en esa situación o en una similar.
Estudiante de Psicología, miembro del Grupo Iniciativa por la Paridad. Amante del cine, del café, un buen libro y largas y nutritivas conversaciones. Apoyo las causas en favor de la mujer y la erradicación de los estigmas en materia de Salud Mental. Creo en el progreso a través de la educación y la cultura.