23 enero 2020
Pero esta película retrata un fenómeno que se da a nivel global y que en nuestro país, aun con las leyes y los espacios de sensibilización, es un flagelo que azota a mujeres tanto en sector público como privado; quisiera decir que hemos avanzado en materia de género pero la realidad es que el acoso sexual está presente en gran parte de los entornos laborales donde existen relaciones de poder y que aun con la alta incidencia de este, no existen mecanismos eficaces que contribuyan a la prevención de este fenómeno o garantías para las víctimas.
El acoso sexual atenta contra la integridad de la víctima y tiene un impacto psicológico que puede perdurar por mucho tiempo; la culpa, vergüenza, ira, tristeza son tan solo algunas de las emociones que experimentan estas mujeres luego de haber vivido una situación de esta naturaleza en donde la mayoría de las veces la sufren en silencio por temor ya sea a represalias, perder su empleo o someterse al escarnio de terceros considerando que vivimos en un país que tiende a normalizar el acoso y que lo justifica al decir que es la mujer quien lo provoca ya sea por como viste, como actúa etc.
Aun siendo signatario de distintos convenios internacionales en materia de protección de derechos humanos de la mujer, tenemos un largo camino por recorrer para la eliminación de esta forma de violencia de género; afortunadamente distintos grupos de mujeres feministas que incluyen políticas, comunicadoras, empresarias y otras profesionales utilizan su imagen, en un acto de sororidad, para empoderar a otras mujeres y niñas alentándoles a no quedarse calladas y alzar su voz frente al atropello al que algunos hombres en puestos de poder, sienten el derecho a ejercer.
Estudiante de Psicología, miembro del Grupo Iniciativa por la Paridad. Amante del cine, del café, un buen libro y largas y nutritivas conversaciones. Apoyo las causas en favor de la mujer y la erradicación de los estigmas en materia de Salud Mental. Creo en el progreso a través de la educación y la cultura.