Sobre todo en una sociedad donde las exigencias de la  actualidad, nos obligan a salir de casa, a buscar el sustento diario para darle a nuestro hijos lo necesario, para proveerle una buena educación y obtener así, una herramienta que cumpla con los estándares que cada día son más altos dentro de nuestra sociedad;  Y en ese ir y venir, a veces olvidamos lo importante que es compartir con nuestros hijos, llegamos a casa y muchas veces el stress del trabajo se va con nosotros, y yo les hablaré en este artículo del rol especial de la mujer, quien no solo llega a casa   a atender a sus hijos, si no también debe atender la casa, sobre todo cuando los hijos están en edad pequeña, y en esa rutina puede que olvide muchas veces, tomarse diez minutos para compartir, sin nada que involucre otra cosa que no sea diversión con su familia y es que  ser madre no es fácil, por eso debemos aprender a separar las cosas y adoptar ciertos principios si queremos criar hijos que sean fuertes y que aporten positivamente dentro de nuestra sociedad.


Por eso en lo personal, tengo una política, y es que en mi casa los fines de semana son anhelados. Para mi hija la palabra viernes es muy importante, significa que mamá se queda viendo televisión junto a ella hasta tarde, acostadas una al lado de la otra, conversando y jugando, los sábados nos levantamos a las ocho de la mañana y aunque finjo estar dormida ella me recuerda que ya es de día y que cuando el sol sale hay que levantarse, jugamos al salón de belleza, a las muñecas y a veces tomamos  te, además le enseño a que ayude en lo que a sus cortos cuatro años puede, como ordenar sus zapatos, recoger su ropa y ponerla en la canasta, tirar la basura al cesto, entre otras cosas, y es que ese momento dedicado para compartir es el ideal para enseñar a nuestros hijos,  el valor de las cosas, que no solo deben preocuparse por ellos, si no por todo ser viviente que este  su alrededor, por ejemplos las mascotas, son ideales para enseñarles a los niños a ser responsables, pero sobre todo es el momento ideal para decirles cuanto los amamos y los extrañamos cuando no estamos con ellos, y que sepan que si no estamos juntos siempre no es porque no se les ame, sino porque es necesario. La madre tiene mucha injerencia en la vida de sus hijos y podemos aprovechar eso para ayudarlos a moldear su carácter y forma de ser desde pequeños. En lo personal, me siento orgullosa de la hija que tengo, a sus cuatro años, me dice cuanto me ama y me extraña, me da las gracias cuando le compro algo, me dice que lo cuidará, y cuando me siento mal, ella esta pendiente de mi y hasta me manda a acostar para que me cure, parecen tonterías pero se que cuando crezca, esos valores abrirán puerta y harán la gran diferencia.

Así que la próxima vez que llegues a tu casa, cámbiate la ropa, siéntate en tu cama por diez minutos, desconéctate de tu vida profesional, abraza a tus hijos, pregúntale que hicieron durante el día, cultiva cada día de tu vida el canal de la comunicación, dile cuantos les amas, organiza actividades en familia los fines de semana, aunque sean en tu propia casa y disfruta de tus hijos y familia, son el mejor tesoro y la única manera de que nuestra sociedad no pierda su esencia, cultivando su parte humana, que seamos generosos y solidarios los unos con los otros, y como siempre decimos que queremos que el mundo cambie, quien mejor que la mujer para iniciar el cambio dentro del seno de nuestra familia.